jueves, 14 de agosto de 2008



Cuando ya no puedo más saco para respirar
un ratito el corazón, que lo tengo en carne
viva; sólo un poco de calor hace que me
vuelva a la vida y lo pongo a secar al sol
escondido en un renglón.

Y a deshora sale el sol alumbrando una esquina y
alegrándome el día.

¿Dónde están los besos que
te debo? En una cajita; que nunca llevo el
corazón encima por si me lo quitan. y
¿Dónde están los besos que me
debes? En cualquier esquina, cansados de vivir en
tu boquita siempre a la deriva

No hay comentarios: